Dibujo de Bartleby el escribiente, de H. Melville. Un héroe moderno. |
Y quien mejor representa ese ideal ético es la figura del héroe (o la heroína), que ejemplifican con su acción la virtud como fuerza y excelencia. La virtud no se define así a partir de su adecuación a un código moral predeterminado, sino de acuerdo con la práctica del virtuoso, del héroe. Así lo incluía Aristóteles al final de su definición de virtud, frente al intelectualismo socrático-platónico, recuperando algo del anterior ideal heroico-aristocrático.
Pero ese carácter aristocrático-guerrero que posee en sus orígenes el héroe griego lo hará sospechoso. Sospechoso ante el ideal democrático, opuesto a cualquier forma de jerarquía naturalizada. No obstante, en su favor habría que reconocer que el héroe no busca súbditos, sino "compañeros, para ser reconocido, acompañado y desafiado por ellos".
El héroe, de Don Quijote a Juana de Arco, es el ideal de la conducta libre, es el que "se atreve a querer", el que se enfrenta y responde a la pregunta fundamental de la ética: ¿Qué quiero hacer?
Su mundo es el de la aventura, un tiempo lleno (frente al vacío de la rutina) donde la normalidad queda suspendida o abolida. La aventura es un espacio inseguro e imprevisible, un camino iniciático hacia la autonomía (Vid. Savater, La tarea del héroe, Taurus).
La figura del héroe/heroína recorre el mito y la literatura desde sus orígenes. Desde la mitología griega a la novela moderna, el western clásico o la novela negra, el héroe, aunque en ocasiones vacilante y frustrado (como antihéroe), mantiene su firmeza ante la aventura y el destino que él mismo desafía.
El héroe abandona su hogar y parte a la aventura, en la que encuentra aliados con los que fortalece su voluntad y su deseo, a fin de quizás retornar un día, tal vez continuar su viaje sin término o, más tarde o más temprano, perder su desafío ante la muerte. Pero el héroe no aspira a ninguna recompensa más allá de poder afirmar que realmente ha vivido. En ello habrá puesto toda la intensidad de su voluntad y de su fuerza, de su valor y de su generosidad. El héroe encarna así la libre exigencia moral de una vida humana. El héroe es el que hace de su vida una aventura digna de ser recordada.
Cuestiones:
- ¿Podrías señalar la figura de un héroe o heroína que representen para tí un ideal de virtud? Describe su aventura y señala los valores morales que crees que encarna.
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