viernes, 11 de abril de 2014

Cine y Ética: La Ola. Dictadura frente a los valores democráticos

La Tercera Ola fue un experimento llevado a cabo en el Cubberley High School, un colegio de Palo Alto, California, durante la primera semana de abril de 1967. El profesor de historia Ron Jones, en el marco de su estudio sobre la Alemania nazi con alumnos de secundaria, intentaba demostrar que incluso las sociedades libres y abiertas no son inmunes al atractivo de ideologías autoritarias y dictatoriales. Jones, al no poder explicar a sus alumnos por qué los ciudadanos alemanes (especialmente los no judíos) permitieron que el partido nazi exterminara a millones de judíos y otros llamados "indeseables", decidió mostrárselo. Jones comenzó con cosas simples, como la disciplina en la clase, logrando convertir a su clase de historia en un grupo con un gran sentido de la causa. Por otro lado, denunciaba el hecho de que la democracia enfatizara el individualismo, lo que se consideró un defecto que había que evitar. Jones hizo hincapié en ello a través de su lema "Fuerza mediante la disciplina, fuerza mediante la comunidad, fuerza a través de la acción, fuerza a través del orgullo".

Jones llamó al movimiento "La Tercera Ola", debido a la noción popular de que la tercera de una serie de olas en el mar es siempre la más fuerte. Al parecer, el experimento cobró vida propia, cuando alumnos de toda la escuela se unieron a él. (Fuente: wikipedia)

Todd Strasser, con el pseudónimo Morton Rhue, escribió una novela sobre el tema (titulada La Ola), que luego fue adaptada al cine (Dennis Gansel, 2008).
 Cuestiones:
- ¿Qué ideas o valores defienden los alumnos que se oponen a "La Ola"?
- ¿Qué ideas defienden los participantes de "La Ola" y en qué se asemejan a un sistema totalitario? - ¿Es posible que se reproduzcan en nuestra sociedad formas totalitarias de gobierno o de conducta?

viernes, 4 de abril de 2014

Contra el racismo: el pueblo gitano.

La gitanofobia cabalga con fuerza en Francia, Gran Bretaña y Alemania. París desalojó en 2013 a más de 20.000 gitanos de sus chabolas. Berlín planea una ley para evitar que los migrantes rumanos y búlgaros —la mayoría, romaníes— sin trabajo se queden más de seis meses en el país.
Esta semana, la Unión Europea ha celebrado una cumbre especial para evaluar la marcha de las políticas de integración de la minoría romaní. El panorama general es desolador, con picos de odio racial en Hungría, Eslovaquia y la República Checa.
        Sin embargo, en Suecia, el gobierno ha reconocido recientemente que durante 100 años marginó y esterilizó al pueblo gitano (El País, 28/03/2014). A lo largo del último siglo, Suecia esterilizó, persiguió, arrebató niños y prohibió la entrada en el país a los gitanos; y las personas de esa minoría étnica fueron tratadas durante décadas por el Estado como “incapacitados sociales”. La idea es saldar cuentas con el pasado para tratar de mejorar el presente: “La situación que viven los gitanos hoy tiene que ver con la discriminación histórica a la que han estado sometidos”, afirma el llamado Libro Blanco, que ha sido presentado esta semana en Estocolmo, y en el que se detallan los abusos cometidos con los gitanos a partir de 1900.
        Entre 1934 y 1974, el Estado prescribió a las mujeres gitanas la esterilización apelando al “interés de las políticas de población”, como hizo Australia con los aborígenes. No hay cifras de víctimas, pero en el Ministerio de Integración explican que una de cada cuatro familias consultadas conoce algún caso de abortos forzosos y esterilización. Los organismos oficiales se hicieron con la custodia de niños gitanos que arrancaban a sus familias. El estudio tampoco ofrece datos sobre esta costumbre, pero Sophia Metelius, asesora política del ministerio, explica que se trataba de “una práctica sistemática”, sobre todo en invierno.
       Estocolmo admite que prohibió entrar a los gitanos en Suecia hasta 1964, pese a que se conocía la suerte que había corrido la minoría bajo la expansión nazi: los expertos calculan que al menos 600.000 romaníes y sintis fueron exterminados en el Porrajmos, La Devoración en calé, a manos del régimen hitleriano y otros afines.
        El Libro Blanco detalla los ayuntamientos suecos que prohibieron asentarse de forma permanente a los gitanos, y recuerda que los niños eran segregados en aulas especiales y que se les impedía acceder a los servicios sociales. “La idea era hacerles la vida imposible para que se fueran del país”, resume Metelius.


Cuestiones:
- A comienzos de siglo, en torno a teorías como la eugenesia y el degeneracionismo, surgieron en Europa movimientos que defendían la marginación, y en ocasiones esterilización, de las poblaciones consideradas como "indeseables", como una "carga social" para el Estado. ¿En qué se sustentaban esas teorías?
- ¿Qué fue el porraimos (samudaripen) o "genocidio gitano?