domingo, 21 de octubre de 2012

Argumentar y razonar (I)

Hemos comentado en clase que una de las tareas que nos proponemos es intentar ser rigurosos y honestos en nuestra argumentación moral, en luchar contra el engaño (y el autoengaño) frecuentes en muchas ocasiones en los debates morales. No debemos hacer ni permitir las trampas en este terreno.
Este es el primer ejemplo o ejercicio práctico que os propongo:

El 30 de enero del año 2003, los dirigentes europeos Tony Blair, Jose Mª Aznar y Silvio Berlusconi publicaron en la prensa internacional un artículo en apoyo a la decisión del gobierno de Bush de atacar Irak. Días más tarde, dos expertos en la investigación para la paz, Mariano Aguirre y José Manuel Pureza contestaban a las medias verdades y falacias del artículo anterior con el texto ¿Quién rompe la unidad europea?, aparecido en El País el 8 de febrero de 2003.

Te propongo leer con atención ambos artículos y comentar algunos de los falsos argumentos, olvidos y medias verdades que Aguirre y Pureza denunciaban en su artículo. Este podría ser un pequeño guión para tu análisis:
-Un ejemplo de argumento circular.
-"Olvidos" en la argumentación.
-Ambigüedad en las definiciones (o excesiva amplitud).
-Imprecisiones terminológicas o conceptuales: ¿gobiernos o sociedades?
-Ejemplos de propaganda política y manipulación informativa.
-Discursos "vacíos", cínicos o de "doble rasero".
-La verdad secreta del poder: qué se puede decir y qué no se puede decir a los ciudadanos.

El profesor Norman Birnbaum también replicó al mismo artículo en "Carta abierta a los primeros ministros desde EEUU".  En ella denunciaba la confusión entre "solidaridad con los gobiernos" y "solidaridad con los pueblos", el valor de las pruebas en la argumentación o el hecho de que "si repites mucho una mentira se puede convertir en certeza". ¿Podrías también explicar estas críticas de Birnbaum?

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